168 horas
Siendo franco anhelo tener el poder de atrasar las horas junto a sus días, hasta el punto en donde nos hallábamos compartiendo el mismo lugar y en esa fracción de espacio, comenzábamos a definir la ruta que cada quien deseaba seguir. Tu encuentro fortuito deslumbro mágicamente mi descuidado ser. Y sin negarlo, opte por saltar en busca de esa luz que fije inconscientemente en ti. Tan solo bastaron 168 horas para entender el vacío tan grande que había creado en mi alma y junto a ese tiempo me resguarde erróneamente en tu tierna calidez. En aquella tarde de domingo en la que tus ojos me miraban fijamente, me dijiste que yo era el experto dándome la tarea de encaminar "eso" en lo que teníamos dudas y así como un capitán dirige su fragata, decidí en medio del caos y la tristeza, afirmarte lo que quería de ti, navegando en aguas que poco a poco se tornaron turbulentas. Sabia que estaba siendo egoísta ya que estaba pensando solo en mi y dejando de lado lo que querías, pero persistí